Bote Salvavidas: Puntuación (8,5)
El juego de hoy son básicamente 45-60 minutos de maldad apretujados en una caja pequeña. Bote Salvavidas es uno de esos pierde-amigos que tanto nos gustan, en los que putearemos a diestro y siniestro mientras ponemos cara de inocencia y bondad.
En el juego cada jugador lleva a uno de los supervivientes de un naufragio (de 4 a 6) y sentados en escrupuloso orden en el bote, tratarán de llegar hasta la costa sanos y salvos… más o menos.
Porque entre el resto de jugadores, hay uno al que odiamos y otro que al que amamos. Así que ni cortos ni perezosos intentaremos aprovechar el arriesgado viaje de vuelta a tierra para intentar que nuestro odiado rival sufra algún desafortunado accidente, al tiempo que tratamos de proteger a nuestro ser querido.
Establecido este marco los jugadores empiezan a putearse robándose objetos, obligando a jugadores a cambiar de sitio, aprovechando el zarandeo de la barca para que alguno de los jugadores acaba en el agua (y con suerte en el estómago de algún tiburón) y negociando lealtades para las peleas que estallan una y otra vez a bordo de tan reducido espacio.
Las peleas son el pan de cada día en la vida de los supervivientes. |
Según avanza el juego los jugadores van perdiendo fuerzas por caer al mar o por deshidratación y el viaje se torna cada vez más angustioso mientras los jugadores tratan de averiguar quién puede tener el mejor botín.
Si la barca consigue llegar a tierra (después de acumular 3 marcadores de gaviota), los jugadores proceden a sumar puntos por sobrevivir y por la supervivencia o deceso de las personas que amaba y odiaba, además de algunos puntos por objetos valiosos rescatados del naufragio. Y sin más misterios, el jugador con más puntos gana la partida.
Estas sonrisas son porque todavía no ha empezado el puteo serio (y porque son todos muy majos). |
Bote salvavidas en básicamente un juego de engaño (los demás no deben saber a quién quieres salvar y a quien quieres muertos ni que riquezas llevas acumuladas) con algo de negociación y gestión de cartas. Muy sencillo de jugar y al que hay que acercarse con una buena dosis de buen humor y saber perder si no queremos que la partida termine como un via crucis (como en todos los juegos de puteo extremo).
Los materiales son sencillos y efectivos (cartas, fichas de parchís y tres animeeples de gaviotas), aunque las fichas de parchís a veces se quedan cortas y la caja perfecta para volver a meter todos los componentes enfundados sin que sobre demasiado espacio… si tampoco es tan difícil cuando te pones.
Los componentes del juego (las instrucciones son feas de la leche). |
En resumen, un gran juego de engaño si te gustan los juegos de putear y tus amigos no son de cabrearse más de lo necesario cuando se la clavas hasta la empuñadura. Ah y si se os empieza a quemar, el juego cuenta con dos ampliaciones; ‘Coraje líquido’ y ‘Canibalismo’.
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