Jugando a cosicas (XLIII). Reseña de Santiago de Cuba.

Hola a todos maraqueros ¡se acaba el verano! O_O y para despedirlo vamos con una reseña de un juego que ya tiene un par de años pero que merece una revisión en estos últimos días de vacaciones.

Santiago de Cuba: Puntuación (7).

Santiago de Cuba es un juego de comerciar con cubitos (con prismas octogonales en realidad pero bueno…). La primera sorpresa agradable te la llevas con los componentes, de buena calidad, madera, cartón gordo (algo que no siempre ocurre con juegos de precio bajo).
El tablero es en realidad un gran rondel de personajes. Cada uno de ellos nos dará algo (generalmente bienes comerciales) y nos permitirá usar uno de los tres edificios asociados a él. Cuando el peón llega al puerto se venden algunos de los bienes recolectados (se parece un poco al sistema de embarcar mercancías del Puerto Rico) y cuando el barco está lleno, se marcha y llega otro.
Aparte de los bienes para vender, tenemos pesos, que se utilizan para acelerar el movimiento del peón en el rondel. Esta es la parte más importante del juego, porque se trata básicamente de recolectar los recursos y tratar de controlar las ventas de los mismos. De modo que si no nos interesa que se produzca una venta (porque pensamos que los demás jugadores tienen más recursos para vender que nosotros), pagaremos algo de dinero para que el coche pase por el puerto sin detenerse, dándonos una vuelta más de tiempo para mejorar nuestra posición (claro que quizás entonces sea otro el que quiera pasar de largo).

El puerto de Santiago de Cuba listo para una feroz competencia.

Una vez hemos cargado 7 barcos la partida termina y se pasa a puntuar.
El juego sinceramente no tiene mucha chicha, y creo que de ahí le llovieron en su momento todas las críticas, pero lo cierto es que tampoco engaña a nadie. Un vistazo a las reglas te enseña enseguida que se trata de poco más que un filler largo, un juego de 60 minutos para llenar un hueco entretenido sin tener que estrujarte el cerebro con situaciones de análisis/parálisis. Entra dentro del mismo saco que juegos como el Takenoko o el Finca y por 20€ me parece una gran compra (ya no voy a entrar en discusiones de si estos juegos ligeros son aptos o no para llevarse premios de Juego del año, como es el caso).
Personalmente me parece un juego muy entretenido y apto, tanto para jugones que quieren darle un descanso a sus neuronas como para evangelizar a los novatillos y llevarlos ascendiendo en la pirámide lúdica.

Componentes vistosos y sencillos para este pequeño gran filler.
Creo que la gran virtud como juego de iniciación viene de que es difícil hacerlo mal, solo hay que ir recogiendo cilindros de colores y venderlos cuando toque. Puedes hacer pocos puntos y perder, que sea sencillo no quiere decir que no tenga algo de estrategia, pero es muy raro tener la sensación de que no estás haciendo nada o que estás bloqueado.
Por último el tema, a pesar de ser un juego bastante abstracto, consigue pegarle ese aire a película cubana, con el carro recorriendo las calles mientras consigues cosas para venderlas después (puede parecer una tontería pero se agradece).

Ya tu sabes María, mi amol…
Resumiendo, te gustará si te gustan los juegos ligeros de una hora, a caballo entre los fillers puros de 20 minutos y cosas algo más complejas como el Puerto Rico o el Agricola.
STATS
COMPLEJIDAD: 5, muy sencillo, con cuatro reglas simples y una mecánica muy fácil de captar.
DIVERSIÓN: 7, divertido y con un grado de interacción ligero. No voy a hacer la tarde de juegos del Santiago de Cuba, pero si es uno para tener a mano.
FRIKEZ: 4, bastante baja, con reglas y tema asequibles a todo el mundo.
Links a Santiago de Cuba en Board Game Geek y Mesa de Juegos.
Nos vemos la semana que viene, recordad que como siempre, podéis seguir el blog en facebookGoogle+ y twitter en 2maracasD10.

1 comment for “Jugando a cosicas (XLIII). Reseña de Santiago de Cuba.

  1. September 12, 2013 at 10:25 pm

    De agradecer el conocer otro más. Interesante si dispones de cupo de fillers… porque parece bonito y de calidad. La única pega que le veo es que quizás tiene muchos componentes para ser un filler con todas las de la ley… es decir… no parece como para llevarse a la piscina o a una terraza… donde siempre se queda atrás algún marcador.

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