Hola a todos, tal como prometimos vamos a ver si podemos ponernos al día con el blog en este pequeño respiro de la campaña de promoción de Walking on the Moon. Hoy volvemos a las reseñas y os traigo un juegazo que ya he probado unas cuantas veces y que a pesar de todos los hándicaps que tiene el juego, que no son pocos, me parece una auténtica joya. Poneos el gorro de historiador porque viajamos a la antigua china.
Three Kigndoms Redux: Puntuación (8,5)
Christina Ng Zhen Wei, Yeo Keng Leong
3 jugadores (si, 3 y solo 3)
180 min.
Como ya habréis supuesto, si sois aficionados a la cultura oriental, el juego se basa en la época histórica previa a la unificación de China en el 280 dC. Si no, puede que os suene ‘El romance de los 3 Reinos’, novela histórica de la que han surgido cientos de juegos, videojuegos, mangas y películas chinas. Os hago un resumen rápido, un montón de chinos se parten la pana para hacerse con el poder y unificar China.
Three Kigndoms Redux es un juego de colocación de trabajadores y pujas donde los distintos generales de los jugadores (los trabajadores) competirán por ocupar las zonas del tablero que nos permitirán desarrollar nuestro reino, reclutar y armar soldados, recabar apoyo popular, conseguir recursos o ganarnos el favor del emperador y ascender en la corte imperial. La partida se gana por puntos de victoria y estos se obtienen de muchas maneras; desarrollando económicamente nuestro reino, construyendo edificios, conquistando territorios, ascendiendo en la corte… Todo un aluvión de posibilidades que nos dará más de un quebradero de cabeza.
Cada jugador debe hacer crecer su reino construyendo granjas y mercados, pacificando a las tribus de su zona y desarrollando estructuras avanzadas en forma de cartas (foto BGG). |
La zona central del tablero con la Ciudad Imperial donde se llevan a cabo las acciones de gestión (foto BGG). |
Durante la partida los jugadores colocan a sus generales (trabajadores) en las acciones a realizar y estos compiten con su fuerza militar o diplomática, según la acción, el jugador que más fuerza haya puesto en la acción es el que la ejecuta, dejando al resto de trabajadores rivales sin actuar.
Además de estas acciones comunes del tablero central, también enviaremos a nuestros generales a conquistar las provincias en disputa con los otros dos jugadores. De nuevo tendremos una competición de fuerza militar donde sumaremos nuestras tropas, otros generales que enviemos a apoyar la campaña, etc… El problema de las conquistas es que debemos dejar tropas acantonadas en ellas y mantenerlas y que el general que mandemos a la guerra se retira del juego como gobernador, dejándonos con un trabajador menos para el resto de la partida. Aunque a cambio nos reportarán puntos de victoria cada turno y si hemos atacado con el tipo de tropas adecuadas al territorio; ballesteros, lanceros, caballería o barcos, obtendremos puntos de victoria extra.
Cada jugador tiene dos zonas fronterizas para zurrarse con sus rivales (foto BGG). |
Por último, nuestros generales/trabajadores son todos personajes individuales, con sus atributos personalizados en diplomacia y militar, que los harán más aptos para pujar por unas acciones u otras y con una habilidad especial que debemos explotar al máximo si queremos alzarnos con la victoria.
Los generales de cada jugador son personajes individuales con sus características y habilidades únicas (foto BGG). |
Una de las cosas que más me gusta del juego es la asimetría con la que empieza la partida, uno de los jugadores empieza con más fuerza que los otros dos para reflejar correctamente el momento histórico del juego. El juego incluye una regla de alianzas que permite que los otros dos jugadores compartan un espacio de acción, unidos contra el jugador más fuerte. Esta regla tan simple da un juego enorme, negociando con el que en realidad es tu rival sobre que casilla vais a compartir.
Es muy difícil para el jugador en cabeza arrebatar la casilla de acción a los generales aliados (foto BGG). |
El juego me parece una maravilla, tanto por el equilibrio que presenta como por la complejidad que esconde detrás de un puñado de acciones, pero tiene una serie de hándicaps que puede que te hagan desistir del juego.
El primero y más importante es el número de jugadores. Three Kingdoms Redux es un juego para tres jugadores ni uno más, ni uno menos… sin duda eso puede suponer un problema a la hora de salir a la mesa.
El segundo problema es la redacción de las reglas, engorrosa y con una redacción que te va a obliga a leerte un par de veces algunas partes para asegurarte que lo estáis haciendo todo bien.
Por último, se hubieran agradecido unos números en las fichas de los generales, que solo tienen el nombre de los mismos. Sé que puede sonar un poco racista, pero tienes un puñado de fichas con Shin, Sheis, Shus y demás nombres chinos que para un occidental suenan muy parecidos, siendo la fase de reclutamiento toda una aventura mientras buscas entre los cartones donde está el maldito Huang.
A pesar de estos pequeños inconvenientes, el juego merece la pena si eres aficionado a los juegos con chicha y crees que vas a poder sacarlo a la mesa con la suficiente asiduidad. Te gustará si te va la temática china y te gustan los juegos de gestión donde debes controlar varios frentes simultáneamente.
Todo un juegazo de los que llenan la mesa de cartón, como nos gusta (foto BGG). |
STATS
DIVERSIÓN; 8, magnífico equilibro entre la gestión de acciones, la estrategia a largo plazo de tus comandantes y un trepidante final de esos que no tienes muy claro cuándo va a llegar.
DIFICULTAD; 7, el juego puede hacerse algo árido para los menos jugones.
FRIKEZ; 6, lo que cualquier juego histórico más un puntito más por la complejidad.
Link a Three Kignsdoms Redux en la Board Game Geek.
Tiene muy buena pinta el juego, y es muy curioso que ya empieze con desequilibrio, tal y como una situación real. Lo mejor de la rntrada el resumen de contexto histórico 🙂
A ver si lo puedo catar estas navidades