¡Hola a todos una vez más! Dos semanas seguidas escribiendo, aquí batiendo records…
Como os comentaba la última vez, este fin de semana fueron las JESTA 2016 y estas son unas jornadas muy especiales para mí, son las de la tierra, conozco a todo el mundo que pulula por allí… y que diablos, que son unas de las jornadas más buenrolleras que se hacen en España. Por si alguien no sabe de qué van, son unas jornadas de juegos de mesa que empiezan el viernes por la tarde y terminan el domingo a mediodía, sin interrupción, 24 h. al día… aquí en Valencia somos así de sobraos.
Lo primero es dar las gracias a la organización, que este año ha estrenado dirección, dejando que los más veteranos dieran un paso atrás en las obligaciones que conlleva montar un evento de estas dimensiones. El curro es descomunal y el resultado genial como siempre.
Pero no me quiero enrollar más, os voy a dejar una crónica de lo que hice, vi y jugué en este magnífico evento lúdico.
El viernes me planté por allí decidido a inaugurar estas JESTA a lo grande, tenía la sana intención de jugar todo lo posible y no tocar un astronauta en tres días ¡Por fin! Unas jornadas en las que podría olvidarme del jodío juego… Every time, I think I’m gonna wake up back in the jungle.
Como este año las jornadas empezaban a las 8 de la tarde, la llegada no dio para mucho, saludar, charrar, seguir saludando… poco a poco todos los amiguetes lúdicos de otras partes de España menos guays que Valencia iban haciendo aparición, más charla, cena de chivito universal, charla, café, copa y puro.
¡Y a estrenar la noche! que aquí hemos venido a jugar. Lo cierto es que venía con intención de probar unos cuantos euros duros, pero finalmente acabamos jugando juegos pequeños toda la noche. Eso sí, muy buenos todos ellos.
Empezamos la noche con un Behind the Throne que traía Gurney. Un push your luck con poderes variables y un sistema de mayorías que consigue un juego de reglas sencillas y mucha interacción. No sé porque tiene una valoración tan baja en la BGG, supongo que es una desviación por tener pocos votos. Para mí es un 8 en toda regla, quizás empañado ligeramente por el limitado número de jugadores, de 2 a 4,
Lo siguiente vino de la mano de Pedro Soto que nos sacó otro juego de cartas, Enthopy, un juego de colección de sets con una mecánica de acciones ocultas interesante. Básicamente hay que robar cartas de un mazo y un descarte hasta conseguir juntar 4 cartas de tu color. El motor del juego son 6 cartas de acción que tienen todos los jugadores, 5 comunes y una especial de cada personaje, y que jugaremos simultáneamente tratando de no coincidir con nuestros rivales porque las cartas repetidas no se activan. Algo más flojo que el anterior para mi gusto pero aun así entretenido.
Entropy, probando raruneces a altas horas de la noche. |
La madrugada la cerró Julio, nuestro suministrador oficial de euros duros en general y Felds en particular, que esta noche nos sorprendía con un pequeño Isle of trains, un compacto juego de cartas que me encantó por su sencillez y economía de producción, apenas 55 cartas que daban para muchísimo juego. En este Isle of trains iremos robando cartas de un mazo común que pueden usarse de varias maneras; para construir trenes y edificios especiales, a modo de recursos cargándolos en trenes propios o ajenos o como pago para construir cartas, tal como se hace en el San Juan. El juego tiene además una mecánica muy interesante para cargar mercancías en trenes ajenos que aporta el principal factor de interacción del juego.
A todo esto ya eran casi las 5 de la mañana y yo no solo venía de dormir 3 horas sino que al día siguiente tenía que levantarme a las nueve para llegar a tiempo a la charla del Matadero, vuelta a casa y a morir unas pocas horas.
Sábado por la mañana, despertador, momento ‘¿en serio me tengo que levantar ya?’ y carrerón hacia las JESTA porque esa mañana Óscar, autor de ‘En tu casa y donde sea’, y el que suscribe dábamos la charla sobre creación de juegos de mesa. El tema de la charla era cómo llevar a cabo un crowdfunding y a pesar de que la asistencia fue bajérrima, aunque selecta, la charla nos salió muy bien T_T. Quedará como un momento lúdico exclusivo XD.
Con lo apañao que nos había quedado el Power Point. |
Y terminada la charla paseo a la zona de protos y a empezar a currar… aunque poco, porque este año venía yo con la muy sana intención de jugar más que enseñar. Y eso hice, probé unos cuantos protos de otros autores, aunque sin duda muchos menos de los que me gustaría haber catado. Los nombres de los juegos ya tal, que uno no tiene la memoria para esos trotes, pero me confirmó que hay muchas ganas de crear y mucho talento bajo la superficie esperando una oportunidad.
Esa noche también tocaban juegos y aunque llevaba dos días durmiendo menos horas que un camarón, una sidra en el Praga me despejó lo suficiente para lanzarme a otra ordalía lúdica que pusiera a prueba mi resistencia jugona.
Por fin pude probar el Not Alone, juego que lo había petado mucho en Essen y que GDM se había traído a España. Me gustó tanto que esta semana me lo he tenido que comprar T_T. Es un juego cooperativo de ‘todos contra uno’. La historia transcurre en un planeta maldito, controlado por un jugador, del que el resto debe escapar con vida. Cada turno los jugadores eligen en secreto una localización que visitar para realizar las acciones que estas permiten, tratando de evitar que ‘la criatura’ controlada por el planeta los atrape. Un juego de deducción y adivinar intenciones muy recomendable y que tiene el hype más que justificado.
La cara Gurney no sale en las fotos porque la empresa que gestiona sus derechos de imagen no nos ha dado permiso. |
La noche la cerramos con un Asara que me llevé a las jornadas para infectar gente. Este juego fue mi primer euro y es tan extremadamente bonito que la mayoría de los que lo prueban acaban cayendo en sus redes.
De nuevo la mil de la noche y para casa… ya dormiremos la semana que viene.
Y se hizo domingo, despertador… ¡Madre mía que me he dormido! Y carrera a lo Fernando Alonso para llegar a la zona de protos.
Y por fin el sorteo de las jesetas, que como últimamente no relleno pasaportes ni nada que se le parezca… me voy a casa siempre sin nada T_T
Comida en el Kebab, abrazos, despedida de seres queridos y a casa a echarse un siesta de las que te dejan dolor de espalda.
La verdad es que han sido unas JESTA que he disfrutado como pocas, supongo que porque han sido la válvula de escape de toda la tensión que he acumulado durante la campaña de Walking on the Moon. Estas JESTA siguen siendo una de las mejores citas lúdicas a las que se puede asistir, felicidades por el excelente trabajo realizado a todos los miembros de Jocs Quart que se curran esto como voluntarios y por puro amor al arte.
Maravillosas Jestas, ahora a esperar otro año más y con el lote de euros duros preparado jeje.
Yo era la primera vez que acudía y creo que no voy a faltar nunca más. La organización es espléndida y el ambiente muy bueno.
Y nosotros si que tuvimos suerte y nos llevamos un par de juegos del sorteo.