Lo primero y antes de entrar en el tema, un GRACIAS enorme, inmenso, para todas las personas que se han currado estas jornadas y que siempre dejan un sabor de boca espectacular (las jornadas, no las personas).
Esto es lo que hice, vi y jugué durante estas JESTA 2015.
El primer día llego con ganas de jugar, de sacar protos y de todo. Inscripción, jesetas para el sorteo del que no saqué nada T_T y ronda de saludos, paseo por los diferentes edificios y ya me interceptan para enseñar a jugar al ¡Abordaje! (la mitad de las jornadas me las pasé haciendo eso, nunca mais, la próxima se encarga el editor). La verdad es que esa tarde me casqué tres demos de mi juego de piratas, así que ya me planté en la hora de cenar, bocata del bar del dueño cabreao y a empezar la sesión nocturna.
Enseñando a jugar al ¡Abordaje! |
La noche empezó con un Hombre Lobo (ñe) y rápidamente la mesa se separó para que Marc, Adela y yo pudiéramos darle un tiento al Prodigals Club (juegazo del que en breve colgaré una reseña). La noche se alargaba y a última hora aparecieron Pepe Roma y Gonzo Bríos con la sana intención de echar un Rally Ras con Paz y Ana (las conoceréis de la crónica del viaje a Almería de este verano). Al final no jugamos al Rally Ras, pero cuando todos estaban con el ‘va que nos vamos’ empezamos una partidita rápida al Times Up que nos mantuvo llorando hasta las 5 y media de la mañana.
Corriendo a casa a dormir que al día siguiente tocaba Taller de Creación de juegos y madrugón…
Mesa de jugones ‘culo-duro’ |
…y madrugón fue, tras apenas cuatro horas de sueño me despierto, me ducho con el café y me desayuno una taza de gel de baño. Coche en modo persecución y consigo aparcar a la segunda. Carrera al matadero (es donde se realiza el taller) en la que recojo a Pepe y Gonzo mientras buscaban el edificio y llegamos con apenas unos minutos de retraso.
El taller de este año era sobre crowdfunding y a diferencia de otras ediciones no acabó con una parte práctica (tampoco se echó de menos, fuero tres horas de charla pero se pasaron volando). En la mesa estaban dos tíos que saben mucho de esto, Pak Gallego y Pedro Soto dieron un repaso magistral por muchos de los aspectos a tener en cuenta cuando te lanzas a los mares de la financiación colectiva, se habló de cómo llevar una campañas, de dinero, de objetivos, de todo. Si estás interesado en el tema no lo dudes, ponte cómodo y toma nota de todo (parte 1, parte 2).
Acabada la charla y con solo un café en el cuerpo mi estómago rugía como un Sarlacc a dieta de lechuga, así que nos juntamos unos cuantos y nos dirigimos en busca de algún sitio barato donde comer en abundancia. Evidentemente acabamos en el chino. Allí comimos, charlamos y arreglamos el mundo varias veces.
Ya con la panza llena llegó el momento de sacar mis protos… error. Llego, despliego y descubro que en breve me tengo que subir al salón de actos a grabar la presentación de ¡Abordaje!, así que apenas me dio tiempo a sentarme en la mesa que tenía al lado y preguntar por un proto de gladiadores futuristas con unas ilustraciones magníficas, Corvus Tournament. Ni siquiera pude jugar un turno, me tuve que conformar con que el autor me explicara el juego por encima y disfrutar del arte de las cartas.
Carrera al salón de actos donde uno tras otro íbamos pasando por la mesa para explicar nuestro juego y decir que era el mejor invento desde la Coca-Cola. Desde aquí un gracias enorme para Paco Gurney y Rubén Cambronero por su gran trabajo.
De nuevo al salón de protos y esta vez sí, tenía un par de horas y pensaba jugar un par de partidas a mis juegos. Concretamente conseguí hacer dos partidas de Cats y una de Walking on the Moon, los dos juegos gustaron y probé una de las ideas que me había traído de Zona Lúdica y no había implementado todavía (forzar a hacer todos los saltos programados). No funcionó, así que se queda como estaba.
¡Y vuelta a para arriba! Había firma de portadas y como el mamón del ilustrador está en Miami viendo chicas en bikini me tocó a mí hacer su trabajo y firmar láminas. Después de eso vino el sorteo y fin de fiesta. Esa noche había una cena en el bar de LBS y me hubiera gustado ir, pero había quedado a cenar con unos amigos y además estaba bastante cansado (demasiado tentador cenar cerca de casa). Hice entrega de un ¡Abordaje! edición especial y de ahí al chino (si, lo sé, ya había comido chino, pero no me apetecía bar de bocatas).
Después de cenar pude por fin jugar un proto de Pere Pau y nos dedicamos durante un rato al sangriento arte de la guerra topil. Me gustó, las mecánicas de losetas no son santo de mi devoción pero el poder matar a tus rivales sí que es una de mis pasiones. El motor de cartas y el sistema de elegir mazos a lo dominion me pareció muy original y creo que le da una gran rejugabilidad al juego. Le deseo toda la suerte con el lanzamiento aunque con dos pesos pesados como Pere Pau y Pedro Soto no creo que la necesiten.
Tras acabar me subí a la última planta donde esperaba Pepe Roma para probar su juego antes conocido como Vuelta Rápida. Gonzo tuvo el momento estelar de la noche con su Delfín-móvil (podéis ver el vídeo en el facebook del blog, no tiene desperdicio) y la noche volvió a terminar entre llantos de risa a las mil. Vuelta para casa y a dormir rapidito que había que sacar un poco de tiempo por la mañana.
Los cavernícolas autos locos de Pepe Roma. |
Y lo hice, conseguí jugar un par de partidas, bueno, casi. En realidad desayuno en casino con charla lúdica y paseo por la zona de protos. Jugué un turno (si, lo sé, pero es que no tenía tiempo para más) de Oil’s War, un juego de magnates del petróleo que recordaba mucho a los juegos de trenes tipo Age of Steam o Railways pero que introducía una interesante mecánica de semi-cooperación forzosa (ya que los jugadores deben compartir obligatoriamente las infraestructuras del resto de jugadores). Me dio muy buena impresión, aunque el poco tiempo que jugamos no me dejo sacar mucha más información sobre el juego, espero que tengan suerte moviéndolo por ahí.
Justo antes de salir me paré unos minutos con Marc, Pepe e Israel para probar el juego de los astronautas de Marc (antiguamente llamado el juego de las pirámides). Decidimos ponernos todos de acuerdo y romperle el juego, a lo que siguió un alocado y breve brainstorming sugiriendo ideas para hacer el juego a nuestro gusto (que malo es probar juegos con otros autores). Y de ahí al salón de actos para el sorteo que este año se ha marchado sin dejarme ningún premio.
El resumen de este año es que he prototipeado mucho menos de lo que esperaba (fatal), pero me he cascado unas sesiones de after lúdico que voy a tardar años en olvidar. Creo que es de los mejores encuentros de juegos del país (y no lo digo solo por orgullo local), gratuito, con una ludoteca magnífica y abierto 24 horas para jugar sin parar, con grandes sorteos de premios y una presencia cada vez más importante de actividades centradas en los nuevos autores y editoriales. Una cita ineludible que hace repetir a todo el que la prueba.
Esto es todo por hoy, nos vemos la semana que viene con más contenido friki y recordad que podéis seguir el blog en facebook, Google+, twitter e Instagram.